Crisis alimentaria y del petróleo

COMPLICIDAD QUE PERTURBA A CHILE

Una relación entre crisis que afecta directamente a Chile, es la ocasionada por los alimentos y el petróleo, los cuales convergen y tienen como denominador común los biocombustibles como una alternativa al alza del “oro negro”, lo que a su vez agudiza la crisis alimentaria.

Por/María Soledad Soto

En los últimos años, la constante alza de los precios de los alimentos se ha transformado en un tema de bastante interés y polémica en nuestro país, debido a que afecta directamente el presupuesto familiar de cada ciudadano y de sobremanera a los sectores más pobres del país.

La dificultad que perturba al sector alimentario es un problema que afecta a todo el mundo y son diversos los elementos que interfieren directamente en esta crisis, motivo por el cual es factible determinar que es una situación que perdurará por mucho tiempo, debido a que es difícil establecer una solución clara y eficiente a un conflicto prolongado.

Factores como el cambio climático, y específicamente las sequías, así como también el incesante desarrollo que han tenido países como China e India que han incorporado en su dieta la carne y productos lácteos, provocando una alta demanda de grano y pasto han influido en el aumento de los precios de los alimentos, y a su vez han contribuido a la escasez de los bienes de primera necesidad.

Esta escasez de alimentos genera también una especulación en cuanto a la falta de éste, porque las personas comienzan a comprar de una manera excesiva, producto del miedo a que estos sigan subiendo y a la carestía, lo que nuevamente aumenta el precio producto de la alta demanda. Por consiguiente, la idea es intentar no comprar lo caro para evitar el avance de la especulación.

Sin embargo, estas no son las únicas fuerzas motrices que han originado la crisis alimentaria. El factor petróleo, es decir el impacto del aumento del precio del petróleo y el factor especulativo que le rodea, han repercutido en todo el mundo, sin excepción en Chile.


Es decir, producto de esta alza del petróleo, se está destinando la superficie que debería ser para la producción de comida en producción de biocombustibles, los cuales reemplazan al petróleo, y por ende, como Chile no produce este combustible, debe comprar todo lo que consume, no teniendo influencia sobre el precio, tan sólo le queda paliar las consecuencias de esta aguda crisis, ya que afecta considerablemente sobre la inflación y el presupuesto básico a la alimentación de cada familia.

Los alimentos y el petróleo se convierten en la causa principal de hambrunas y conflictos sociales tanto en Chile como en el resto del mundo y que poco a poco se van acrecentando, reflejado claramente en el alza de la canasta básica de alimentación. Es así como el pan, la leche, el arroz y las legumbres, entre otros, aún aumentado sus precios alrededor de un 40%, según antecedentes del Instituto Nacional de Estadística (INE).


Esta alza considerable de los productos alimenticios, arrastra una serie de repercusiones a la estabilidad tanto económica como social del país. Por una parte, existe una disminución en la inversión, y por otra un aumento en los índices de pobreza, reduciendo así la producción de este sector y al existir poca oferta aumenta el precio del producto por haber menor cantidad de este.


Claramente, existen probabilidades que estos problemas persistan durante meses, pero ante una mayor expectativa eliminaremos los años. Un incentivo para que Chile tome medidas de protección hacia el consumidor, logrando disminuir los precios de los alimentos y por ende aumentando el presupuesto de cada familia chilena.

No queda nada más que llamar a una ¡producción efectiva!

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